jueves, 27 de mayo de 2010

Viñadores del Señor




        En México la mayor parte de la población vive en pobreza. La causa de tal problema es el desempleo. ¿Cómo conseguir el pan cotidiano, si no podemos trabajar por él?

Culpamos, con muchas bases, al Gobierno, al prójimo, incluso culpamos a Dios.
Un amigo mío me dijo en una ocasión: El problema más grave en nuestro país es la desesperanza.
Hoy día el comentario me parece muy pertinente. La desesperanza ata nuestra voluntad, nos impide seguir con nuestra vida. Nuestras alas han sido cortadas.
Si realmente creyeramos en Dios, sabríamos quien trabaja para el Evangelio puede vivir confiadamente de él. Nuestro ser no depende de nosotros. No somos dueños de nuestra vida. Sólo Aquél quien nos sostiene en sus manos amorosas, puede cualquier cosa.

No hay comentarios: