jueves, 27 de mayo de 2010

En busca de sentido



         El sentido de la vida no puede estar en este mundo. Si así fuera, este mundo, acompañado de todas nuestras acciones, sería un sin sentido. Sería ilógico hacer obras buenas, sabiendo que todo se irá por el retrete de la nada. ¿Para qué trabajar, vivir, comer? Todos terminaremos en la fosa. Sólo el amor permanece, porque en primer lugar no se va a la tumba; sino queda en los seres amados... El amor, por su esencia, no puede jamás ser un sinsentido. El sentido de nuestras vidas no puede ser contingente, tiene que trascender así como el amor supera nuestros anhelos y espectativas. Blaisse Pascal decía que buscar el sentido a nuestras vidas era hacer una apuesta por Dios: Si Dios no existe, no perderás nada. En cambio; si Dios existe la ganancia es infinita, como infinita será la felicidad.

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