sábado, 19 de junio de 2010

Cabezas duras


En la Ciudad de México, mejor dicho: gran parte del país, no persigue el bien común, sino el propio. Esto explica los embotellamientos frecuentes, junto a diversos accidentes por no respetar la luz roja. Piensan que ganan tiempo; pero ¿a qué costo?

Incluso cuando conducen a exceso de velocidad creen que llegarán más rápido a sus hogares. Está comprobado que a mayor velocidad, mayor serán las luces de alto. Cuando yo manejo, lo hago respetando los límites de velocidad, muchos carros me rebasan, por lo general a exceso de velocidad; siempre les doy alcance en el semáforo siguiente.

¿A quién creen que engañan? Ellos mismos en su obstinada estupidez. Se creen más listos cuando ignoran o violan las reglas. Todo lo contrario.

viernes, 18 de junio de 2010

Olvido


Vivimos, sobrevivimos, muchas ocasiones sólo estamos, lo cual ya es ganancia. Queremos olvidar que algún día nuestra muerte será inevitable.

Será mejor decir: mi muerte, porque muero yo, compuesto de cuerpo y alma. Sería descabellado afirmar que un dolor de muela le afecte a mi cuerpo sin participar de tal escarmiento. No, me duele la muela, porque soy cuerpo y alma. Separar estas realidades en el ser humano es imposible: si faltase cualquiera de las dos ya no podríamos llamarnos hombre. Aunque el alma sobreviviese a la muerte; sería el alma de un ser humano o bien, un ser humano incompleto.

Al parecer, en estos términos, la resurrección es ineludible.

miércoles, 16 de junio de 2010

¡santa bati estupidez Batman!


¿Por qué las personas prefieren lo dañino, frente a lo saludable? Tal vez sea el sabor. Sin embargo lo saludable tiene mejor gusto; el problema es cuando acostumbramos nuestro paladar a sabores inadecuados.


Buscamos el placer del momento presente sin la satisfacción del esfuerzo de un bien más perdurable. Pensamos y eligimos mal. Después pagamos las consecuencias. Desgraciadamente son nuestros frutos.

lunes, 14 de junio de 2010

Boletín Semanal: Más agua menos azúcar

En el boletín de esta semana hablamos sobre los refrescos y el daño evidente que hacen a la salud, sobre todo de los niños. Muchos padres están acostumbrados a darles refrescos a los niños en vez de agua, los pobres niños ya son adictos al azúcar y a la cafeína en el caso de la coca cola. Es muy triste ver a tantos niños con problemas de sobrepeso, y a padres tratando de buscar un culpable, el gobierno, la escuela, amigos, televisión, etc. Pero la culpa es de los padres, ellos son los que compran la comida en casa. La adicción a la coca no es fácil de vencer, y no sólo es de un día, requiere esfuerzo.Pero vale la pena, una vez que se han acostumbrado a tomar agua, no la extrañarán. No es un tema sólo de gusto, sino de salud.