sábado, 5 de diciembre de 2020

Blogmas 5 2020. Donas y Adornos.

 

Café de la Mañana.



Lo primero que hago al levantarme, después de despachar el desayuno de mis canes, es preparar una taza de café. Si lo puedo acompañar con pan mejor. Últimamente pasa una camioneta que vende pan en nuestra colonia. Creo que soy su único cliente. Compré rollos de piña, roles de canela y empanadas de piña y calabaza. Esta mañana me tocó disfrutar el relleno de calabaza de mi pieza. Saco a pasear a los perros, incluso con temperaturas de un solo dígito. Son como niños que se aburren si no cumplen con su horario de esparcimiento.




Así amaneció.






Esos veinte minutos de paseo se me hicieron tolerables gracias a mi lista de reproducción navideña, que año con año, alimento con nuevas canciones de todo género. Ya en casa me dedico a ver películas navideñas. No importa sí ya las he visto los años anteriores; lo vuelvo a hacer. Es uno de mis gustos culposos. Mis favoritas las reservo para la semana del veinticinco de diciembre. En futuras entradas les platicaré de mis películas favoritas de Navidad.

Visitamos a los sobrinos y después a los suegros. Eso sí, siempre con sana distancia y cubrebocas de por medio. Desgraciadamente el virus ya está entre nosotros y no vale la pena celebrar la navidad postrado en cama o peor aún, en un hospital...

En la tarde ordenamos donas para acompañar el café. Será el último café del día. Descubrí que tomarlo después de la una de la tarde, acarreará el no dormir por la noche. Las donas ad hoc fueron escogidas por un servidor. Hoy probé la de “Santa Claus”. Tenía un gusto a fresa o frambuesa, con relleno de crema pastelera. El sabor navideño se quedó en mi boca un buen rato.





Donas Navideñas.











La “elegida”.






En la calle nos tocó observar muchos niños en situación de extrema pobreza. Acompañados por sus padres, ofreciendo mercancías diversas o haciendo malabares para ganarse el sustento del día. No olvido que cualquiera puede terminar como ellos. Muchos empleos se han perdido con la pandemia. Me propongo no pasar la Navidad sin ayudar por lo menos a uno de estos niños. Por lo menos regalarles la ilusión de un juguete, verlos sonreír...












Esas son las luces de nuestro árbol. Somos fanáticos de Star Wars. También colecciono artículos navideños. Espero cada día de este blog especial ir mostrando alguna de mis adquisiciones.



Mañana nos leemos para seguir iluminando el camino hacia la esperanza.




viernes, 4 de diciembre de 2020

Blogmas 1-4 Diciembre 2020. Recuerdos.

 




Mi Nacimiento.




La Navidad es la época del año que más disfruto. Es un tiempo lleno de esperanza (aunque parezca comercial de refresco). Este año quiero compartir con ustedes mis experiencias cotidianas de estas fechas decembrinas. No me atrevo a hacerlo en video (los famosos vlogmas). La timidez me gana. Sin embargo no encuentro ningún inconveniente en hacerlo por este medio (blogmas). Lamentablemente se me ocurrió hacerlo casi una semana después de iniciado el Adviento, que es el tiempo de preparación para el momento culminante de la Historia. Las primeras vísperas del domingo comenzaron el sábado por la tarde; así que ese día mi esposa y un servidor sacamos de las caja maestra, todos los aditamentos necesarios para adornar nuestra casa con motivos navideños. Busqué mi lista de reproducción con canciones navideñas para dar ambiente a los preparativos.

Lo primero que pusimos fue el árbol. Está hecho de plástico, de la marca Naviplastic, de hecho es el mismo modelo que mi abuela colocaba cuando era un niño, razón por la cual no lo he cambiado desde hace siete años aproximadamente. Desde los últimos tres años, lo hemos adornado con luces y esferas de La Guerra de las Galaxias. Aunque las nuevas películas fueron una decepción, excluyendo a Mark Hamill, o Luke Skywalker para los fans. Sólo dos adornos desentonan con el estilo intergaláctico del árbol: un adorno hecho por nuestro sobrino y una figura de Charlie Brown, cuyo DVD compramos para ver la versión navideña de este personaje. Es una película recomendada para toda la familia, con un buen mensaje sobre el verdadero significado de la Navidad...




Árbol de Navidad


Adorno de “Charlie Brown”.


El árbol del año 2019.



Prometo poner mejores fotos del árbol en los blogs siguientes. El árbol me recuerda mucho las navidades con la abuela. Ella nos unió en torno a la Navidad, al árbol, al Nacimiento y la cena. No podían faltar los juguetes, cortesía de Santa Claus. Recuerdo cuando nos llevaron a la hoy extinta tienda “Gigante”, ubicada afuera del metro Taxqueña. En esa tienda hubo un show de San Nicolás junto con los tres Reyes Magos. Los vimos de espaldas, cuando ya estaban retirándose del centro comercial. Una tía nos dijo que fuéramos a saludarlos. Corrimos como locos, gritando “Santa, Santa”. Segundos después detuvieron sus pasos y pudimos abrazarlos. Ese abrazo permanecerá en mi memoria hasta mi último aliento. Siempre presumía a mis primos y compañeros de escuela que había conocido a Santa Claus. Ellos siempre respondían que también. Incluso hasta tenían fotos como evidencia de su mágico encuentro...

En los Multifamiliares de Tlalpan, cuando tenía cinco años, la Administración ponía un Nacimiento afuera del Edificio Central. Nadie robaba ni vandalizaba nada. ¡Qué tiempos aquellos! Siempre íbamos a la misa de gallo, que nuestro párroco la celebraba a las nueve. Era un gallo muy madrugador. El fantasma de las navidades pasadas se ha apoderado de mí. Desde niño manifesté el gusto por la filosofía aún sin saberlo. En mis cartas al señor Claus, hacía preguntas metafísicas: Buscaba lo trascendente. No sabía que mis hermanos leerían mis disertaciones. Era muy ingenuo.

Buscaba respuestas...

En asuntos más triviales también compré un Cascanueces. Desde tiempos inmemoriales quería un custodio para mis libros que se viera bonito también.





                                                Mi ansiado Cascanueces.

Ya me despido por hoy. Pero mantendré encendida la chispa navideña desde hoy, hasta el día de Reyes. No pierdan la esperanza.