viernes, 27 de marzo de 2020

Cuarentena por el Bien Común.



      Llevo "encerrado" en casa poco más de dos semanas. Sólo salgo a comprar alimentos, con todas las precauciones necesarias. El peligro es latente. Un error puede ser grave. Baste con tocarme la cara en un descuido y el virus podría entrar a mi organismo. Este resguardo en casa, supone vivir de ahorros a base de apretarnos el cinturón. No temo contagiarme. Me da pánico ser portador del virus y que por causa de mi egoísmo (no se podría llamar de otra forma) contagiar a alguien más. Me da horror ser la posible causa de la muerte de alguien más.

La vida es un valor único. Debemos proteger toda vida. No son números. Son personas. Madres, padres, abuelos, esposos. Toda vida es valiosa. Reducir la vida a cifras es utilitarista. Dejaremos de ser estadísticas, hasta que la muerte toque a nuestra puerta...

En cierta forma, todo se reduce a una apuesta (como plantea Pascal); debemos apostar a que el virus es mortal. ¿Qué podemos perder? ¿Dinero? ¿Tiempo? Sin embargo la ganancia es mayor. Estamos apostando nuestras vidas. No sólo eso. También vidas ajenas están en juego.

Aunque el virus fuera mortal sólo para una sola persona, de igual manera deberíamos hacer todo lo posible por protegerla...

Debo confesar que el resguardo en mi casa no me afecta en absoluto. Soy introvertido, al igual que mi esposa. Aprovecho el tiempo para leer, escribir y escuchar Podcasts. The Daily (producido por el New York Times) se ha vuelto uno de mis favoritos. Me informo y al mismo tiempo practico inglés. Reconozco que los Podcasts en inglés son mejores. Llevan más tiempo produciéndolos simplemente.

Estoy por terminar Crimen y Castigo de Dostoievski. Toda una joya. Recomendada al cien por ciento. Sólo diré: Es una obra que ayuda a entender a Nietzche y al superhombre...


Sí, es una edición barata. Es lo que hay. Con todo y todo la he disfrutado bastante. 

Estos tiempos son oportunidad para mejorarnos. Uno de los caminos para hacer una mejor versión de nosotros mismos, sin duda es leyendo. Leer supera por mucho la realidad virtual en la que nos desempeñamos. Clases y juntas por video llamadas son herramientas. Los libros también. Sin embargo el libro transporta más lejos que lo virtual. Nuestra mente crea realidades alternas, no sólo recibe, como en el caso simplemente telever, ver.