viernes, 4 de junio de 2010

Negro amanecer




     Ya es viernes, los días pasan rápido y contaminación en la Ciudad de México sigue haciendo estragos en mis ojos, no sé cómo le afecta a los demás, o no se dan cuenta y ya se acostumbraron.

No he dejado de pensar en el derrame de petróleo que sigue incontenible, trato de evitar las noticias que presenten imágenes de todas las especies que están siendo afectadas por este desastre natural, que parece ser se esta convertido en el derrame más grande de la historia, si no es que ya lo es. ¿Qué consecuencias traerá esto? Probablemente no lo sepamos en nuestro tiempo, o quizá no lo quieran informar. Da igual. De pronto me viene a la mente la película de Matrix, donde el mundo real no es más que un lugar oscuro, con el cielo arruinado, sin vegetación, sin animales, poca agua, un total desastre. No me reconforta la idea de que estaré muerta cuando el mundo llegue a esos excesos, sé que en el más allá desearé haber hecho más por el planeta. La naturaleza humana está llamada a cuidar de su entorno, no hacerlo es ir contra natura, lo cual resulta muy incómodo al ver noticas como la del derrame petrolero. Seguiremos esperando que la tan vanagloriada tecnología de unos cuantos, sea capaz de resolver el problema de todos.

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