Un buen cristiano:
Sabe cantar.
Sabe reír.
Manifiesta todo su ser en alegría, la perfecta alegría de San Francisco.
Sólo le importa la gloria de hoy frente a la angustia del mañana pasado.
El momento presente es valorado en su justa medida: El cristiano siempre tiene tiempo para todo. En su ambiente reina la paz, infundida por el Espíritu. Si un cristiano no ríe y canta en las adversidades...¡qué triste cristiano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario