lunes, 7 de junio de 2010

Negación


Sin duda para alcanzar nuestras metas hace falta mucho sufrimiento. Para prueba basta con preguntar a Nietzche. Todas las penurias, carencias y migrañas que enfrentó no le dieron la fama ni publicidad editorial anheladas; no obstante el eco de su voz sigue latente en nuestros días.


A pesar de ser una mente privilegiada no obtuvo grandes ganancias económicas con sus escritos. La vida de Nietzche es ascética no por convicción ni resignación, sino porque lo quizo sin esperarlo. La Filosofía era fin, no medio, pura vocación.


De hecho la enfermedad, junto con otros factores aunados a su pasión filosófica, lo llevaron a la locura...


Recuerdo al igual que Marcel: homo viator.

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