lunes, 28 de junio de 2010

Estudio y Oración.


La vida de los cristianos debería ser como la de santo Tomás de Aquino: estudio y oración. Fe y razón. El hombre no puede vivir ciegamente de razones. Pascal dice: "El corazón tiene sus razones que la razón no entiende".

Todo cristiano está obligado a leer las Escrituras, meditarlas y estudiarlas con esmero. Con la fe, poseemos todo el conocimiento en potencia. Sin embargo, el hombre no puede prescindir de la razón: es parte de nuestro ser aunque sea limitada.

Estudiar va más allá de ir a la escuela y quedarnos con lo aprendido en ella. El estudio es una labor autodidáctica constante. Tenemos que formarnos día con día, de lo contrario nos estancamos. Es un hábito que se adquiere o no.

Lo mismo pasa con la fe, tenemos que alimentarla con la oración para que crezca y sea fuerte escudo contra las adversidades cotidianas.

Estudio y oración son refugio seguro para llegar a la felicidad.

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