miércoles, 22 de agosto de 2018

Consejos para ser un buen sofista.



  Los sofistas eran  humanistas de la antigua Grecia, contemporáneos de Sócrates, quienes afirmaban la primacía del persuadir sobre la verdad. Valga decir que cobraban por enseñar (nada tontos). Ellos podían convencer a cualquiera de lo que fuera.

      Si un buen sofista quieres ser, estos consejos debes obedecer:


1.- Ten una biblioteca personal llena de libros. No tienes que leer, sólo poseer.

2.- Da tu opinión en cualquier tema, aunque no sepas nada del asunto. Las personas lo apreciarán.

3.- Aprende un par de palabras cultas y úsalas en todo momento. Ejemplos: categóricamente, coadyuvar, inmarcesible, etc.

4.- Considera tu opinión como la única válida y defiéndela a capa y espada. Los demás no están equivocados; simplemente no te importan.

5.- Cuida tu imagen. El aparentar está sobrevalorado.

6.- Ve a cuanta plática motivacional puedas ir y ponla en tu curriculum.

7.- Siempre ten una opinión y que todo el mundo se entere.

8.- Persigue llamar la atención de quienes te rodean.

9.- Escribe un libro sobre tu experiencia de vida y publícalo de forma independiente.

10.- Aplica estos consejos en tu carrera política y sube peldaños. El cielo o la silla del águila son tus límites.

11.- Registra tu progreso en redes sociales. Las personas están siempre al pendiente de tu vida.

12.- Monetiza todo lo que puedas. Tus ideas son valiosas.

13.- Frecuenta cafeterías. No olvides llevar tu computadora portátil y un periódico. Ya estás entendiendo...

Nota: Muchos políticos han practicado estos consejos y han alcanzado el éxito.

viernes, 3 de agosto de 2018

Vacaciones 2018


Viernes 13 de julio 2018.


     Por fin ha llegado el tiempo vacacional. He tratado de aprovechar este tiempo al máximo, entre lecturas y cursos por internet, la agenda vacacional no puede estar más llena. Mi esposa me invitó a inscribirme a un curso de álgebra básica. Me fascina simplificar términos. Ansío llegar a las ecuaciones.

Estoy por concluir un documental sobre la historia de Cuba en la plataforma de Netflix (The Cuba libre story). Lo recomiendo. Hasta ganas me han dado por visitar la Isla. La historia de Cuba es constante supervivencia con, y ante la sombra de Estados Unidos.

En plan multitarea, me encuentro leyendo cinco libros a la vez. Cambio de lectura acorde con mi estado de ánimo. Antes no abandonaba un libro hasta terminarlo. Lo que no puedo cambiar es leerlo de pe a pa. Leo desde el prólogo hasta la última página. Soy obsesivo.

Hoy es viernes trece.

Los números son arbitrarios... Hay personas que auguran un día especial. Yo no creo ni una cosa ni la otra. Todos los días son un regalo...



Viernes 3 de agosto 2018.


La semana entrante, comenzaremos a resolver ecuaciones de segundo grado. Faltan ocho días para terminar el curso. Devoré la Máquina del Tiempo de H.G. Wells. La ciencia ficción me fascina. Me atrevo a decir que son ventanas al futuro. El final (que no contaré) me dejó en un trance reflexivo. Todo fluye, nada permanece.

Lamentablemente falleció uno de mis profesores de licenciatura, el doctor Núñez. Fue tutor mío y de Gonzalo en el primer semestre de carrera. Tengo una anécdota sobre él:

Cuando entré a la Facultad el doctor Núñez impartía la clase de Historia de la Filosofía. En su cátedra imperaba el respeto y seriedad. No obstante fuera del aula el semblante del profesor cambiaba. Iba por el Campus con una gran sonrisa. Su camino se cruzó con el nuestro. Detuvo su paso para mirarnos fijamente (sobre todo a mí) y me dice:

—¡Oso!—lo dijo muy sonriente.

El doctor continuó su camino sin decir una palabra más.

Gonzalo y un servidor nos quedamos perplejos. 

En la facultad mis compañeros me decían "oso". Que un profesor me hubiera llamado así es digno de mención. Lo hizo fuera clase, en plan de amigos. Nunca olvidaré ese momento. 




martes, 26 de junio de 2018

Muchos libros y pocas nueces




                Desde niño siempre he tenido un libro en mis manos. La mayoría de los libros eran de superación personal. No revelaré al dueño. Era lo que había. También podías encontrar novelas baratas de amor y cuentos infantiles. Las novelas romanticonas fueron ignoradas por mí. Se veían muuuuy aburridas.

También recuerdo un libro sobre dinosaurios. Tenía unas ilustraciones demasiado realistas. Me infundían nostalgia por no estar ahí, en esos tiempos. Todavía no sabía que el ser humano era una especie prácticamente nueva y los dinosaurios habían dominado la Tierra hace millones de años. Hay muchas incógnitas sobre su extinción. Fueron señores de la Tierra por más de ciento sesenta millones de años y desaparecieron...

Empecé a leer La Maquina del Tiempo de H.G. Wells. Me tiene entusiasmado. Hay un párrafo en el cual el autor comparte la filosofía del tiempo agustiniana:

         -Y usted no puede moverse de ninguna manera en el Tiempo, no puede huir del momento presente.

         -Mi querido amigo, ahí es donde se equivoca usted. Ahí es justo en lo que el mundo entero se equivoca. Estamos escapando siempre del momento presente. Nuestras existencias mentales , que son inmateriales y que no tienen dimensiones, pasan a lo largo de la dimensión del Tiempo con una velocidad uniforme, desde la cuna hasta la tumba. De la misma manera que viajaríamos hacia abajo si empezásemos nuestra existencia cincuenta millas por encima de la superficie terrestre.

Para san Agustín el tiempo es distensión del alma. El ser humano puede recordar con alegría momentos tristes. El alma puede "viajar" en el tiempo.

Si tuviera una máquina del tiempo, viajaría a la época de los dinosaurios. Viviría en carne propia las ilustraciones de mi libro... También conocería a los grandes personajes de la Historia. No me atrevería a cambiar los acontecimientos o interferir directamente en la línea temporal. No quiero un efecto mariposa indeseado. Tampoco viajaría al futuro; me da miedo.

Por cierto ya vi la última película de Jurassic World. Siempre los dilemas éticos de la ciencia. ¿Si algo es factible científicamente, lo será moralmente? La ciencia se degrada a un simple hacer por hacer. Porque puedo...

Si quieren dilemas entre ciencia y ética, lean Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley.


viernes, 15 de junio de 2018

¿Por qué escribo?




    Hace unos años, mi esposa me regaló una libreta moleskine. En cuanto la abrí comencé a escribir en ella. Las palabras fluyeron con bastante rapidez. Imaginé la situación de un filósofo hipocondríaco; y así fue como nació Alí. El primer capítulo invitaba a seguir escribiendo. Tardé aproximadamente tres años en terminar mi primera novela: La Sombra de Sofía.

Lo hice como un experimento. Para saber si podía escribir algo más grande que cuentos y ensayos. También escribí para afinar mi estilo. Considero que poseo uno. Quería escribir una novela con filosofía implícita, que pasara casi inadvertida por el lector, que fuera la protagonista subyacente. Me gusta ser lo más concreto posible. Razón por la cual mi novela es corta. Un lector frecuente podrá terminarla en un máximo de tres días.

Además de tratar sobre filosofía, también el café se coló en varias páginas del libro... Cada vez que podía, obligaba a los personajes a beber el estimulante.

Escribir también es catártico. Puedes tomar emociones de tu vida y plasmarlas en el papel. Sí, tomé prestados algunos pasajes de mi biografía para este proyecto, sobre todo en lo referente al acoso escolar o bullying...

He de confesar: mi gusto por leer y escribir tiene su origen desde mi infancia. Libro encontrado, libro devorado. Mi primera lectura fue el Principito a los seis años, en cuanto aprendí a leer. Casi no entendí nada de aquel libro. Ciertamente no es un libro pensado para niños, aunque lo parezca.

Recuerdo cuando leía los libros de la escuela, cada tiempo libre hojeaba, hasta verme interrumpido con la llegada de la maestra. Sin quererlo me adelantaba a los temas vistos en clase.

En mis años de bachillerato, escribí varios pensamientos y los recopilé. Regalé una copia a mis amigos. Mi maestra de literatura los leyó. Su opinión fue la siguiente: "Es un escrito muy romántico, aunque tiene fragmentos originales". Me dio más detalles técnicos ya olvidados. Sí, me desanimé un poco. Decidí prepararme y leer más para escribir mejor.

Actualmente escribo una serie de cuentos, que si Dios lo permite, publicaré de manera independiente. Me gusta más el cuento que la novela. Puedo contar más historias y crear más personajes. También puedo rescatar personajes de mi novela para ahondar más en sus vidas.

Si les interesa leer mi obra pueden encontrarla en Amazon, tanto en libro electrónico, como en pasta blanda (esta versión en la tienda de Estados Unidos).



martes, 15 de mayo de 2018

Cinco razones para leer Ready Player One




ADVERTENCIA: Si no has visto la película o leído el libro. Te aconsejo primero leer y después ver. Este artículo contiene spoilers. Sobre advertencia no hay engaño.


               Hace unos meses, se estrenó en México la película dirigida por Steven Spielberg, Ready Player One. Dicen que es la mejor película de videojuegos hasta la fecha. Antes de ver la adaptación cinematográfica, me aventuré a leer la obra de Ernest Cline. Cabe destacar que el autor colaboró también en la redacción del guión para la película.


En varios canales de Youtube he visto opiniones muy favorables sobre la adaptación a la pantalla grande del libro; incluso consideran la adaptación mejor que el libro. Sin embargo en mi humilde opinión yo creo que siempre la obra literaria superará cualquier adaptación, y el caso de Ready Player One no es la excepción.


A continuación enumeraré 5 razones por las cuales el libro me parece superior a la película:


1.- La obra es una distopía. 

En este mundo hay escasez de alimentos como de petróleo. Solamente las personas muy ricas, pueden darse el lujo de viajar en automotores, no se diga en avión. En esta obra, la mayoría de las personas son pobres. El caso del protagonista es de suma pobreza.

2.- La importancia de Oasis. 

En el cine creo que no se le da la verdadera importancia y peso a Oasis. En este "simulador", las personas hacen su vida: desde ir a la escuela virtual, hasta hacer negocios a nivel mundial. Toda la economía gira en torno a Oasis. Por eso el ganador de las tres llaves, prácticamente se convertirá en dueño del mundo.

3.- La dificultad de los acertijos. 

En la película dan a entender que cualquiera puede encontrar las llaves con el menor esfuerzo mental. En el libro la primera llave fue encontrada después de varios años por el protagonista. Los acertijos están basados en el gusto del señor Halliday por la década de los 80. Todos los "gunters" (cazadores del tesoro, juego de palabras de egg hunters) han estudiado la vida de Halliday, así como la cultura de esa época. Parzival se sabía de memoria toda la información de esos tiempos: desde cine, revistas hasta los viedojuegos. Para encontrar la llave lo más importante era ser un excelente jugador de videojuegos.

4.- La importancia del conocimiento. 

En el libro Parzival se pasa estudiando toda la información relacionada con Halliday. Inclusive aprendió algo de latín para entender algunas referencias que James Hallidey había dejado para la primera llave. Por eso el interés de IOI (Innovative Online Industries) de reclutar gunters a su servicio y declararse enemigo de los demás. El conocimiento es más valioso que el dinero.

5.- Parzival. 

En el libro el gran héroe es Parzival.

Desde la resolución de enigmas, hasta su plan maestro para infiltrarse en IOI y destruirla desde el interior. De hecho hay una escena de acción al final que me gustó más que la película. Sólo diré Ultraman...


Espero que con estas razones les haya contagiado las ganas de leer el libro. Pero no me crean. Lean y comparen.


martes, 24 de abril de 2018

Diario Peregrino.




                2 de febrero 2018.


         No hay internet en casa. Tengo trabajo urgente por terminar. Requiero forzosamente de ese mugroso servicio. Busco un pretexto para escribir con mi pluma fuente desechable. Es una pilot varsity que ya se encuentra en las últimas...


Espero que pronto se solucione por sí mismo el problema. ¿Cómo le hago? Aunque llame al proveedor, no habrá pronta respuesta de su parte. No hay nada mejor como escribir a mano (aunque después tenga que transcribir para este blog). Las ideas fluyen solas. La mismeidad es muy influyente. Mi letra refleja mi inseguridad. Heredada o no, es sólo mía. No la comparto porque me es imposible. 

Hoy habrá tamales en casa de los compadres. Antes debo terminar esta chamba.

Leí el libro de mi profesor basado en su blog. Me sirve de inspiración. ¡Cómo quisiera publicar mi novela! Se me cuecen las habas...

Miro de reojo la señal del wifi en mi computadora: sigue igual, sin conexión hasta que se le pegue su regalada gana.

El internet es como el "ello" nietzchano. Estamos a su merced. Creo que voy a transcribir este pensamiento en mi blog. Hace mucho (un año) que no publico de manera virtual.


3 de febrero 2018.


Ahora el procesador de texto no responde. Necesito terminar esta noche. Ya no aguanto la presión. Mientras veo la película Larry Crown protagonizada por Julia Roberts y Tom Hanks, no precisamente en ese orden. Es una película inspiradora. Te hace ver el valor real de las cosas.

Opté por reiniciar el programa con la esperanza de recuperar todo el trabajo logrado.


8 de febrero 2018.


No hubo trabajo. Terminé de leer la quinta entrega de la ahora hexalogía Millennium. Confieso mi gusto por las obras originales, aunque las nuevas entregas no están nada mal.

Voy a empezar con la relectura de Jesús de Nazaret de Benedicto XVI. Preparativo para Cuaresma y Semana Santa.

Quiero volver a escribir en el blog, aunque sean páginas monótonas de mi vida.

Estuve tres semanas acostumbrado a la vida laboral intensa y ahora vuelvo a la "normalidad".

Mi pluma fuente sigue viva...


3 de abril 2018.


Los Detalles de Jesús.

Jesús siempre se manifestó en lo sencillo, en lo cotidiano. Vestía con una túnica sin costuras, de una sola pieza. Trabajó como un jornalero más para ayudar a María con los gastos. Predicaba en parábolas para enseñar a las personas...

De todos estos detalles hay dos en particular que llaman mucho mi atención, a saber: la fracción del pan y el doblado del sudario, puesto en lugar aparte.

¿Cómo habrán sido estas acciones, para que los discípulos reconocieran al Maestro? Eran signos característicos, propios de Jesús. Trato de imaginar cómo partía el pan. Con qué delicadeza lo hacía. 

Eran peculiaridades que distinguían a Jesús. Lo identificaban. 

Juan al ver cómo había doblado Jesús el sudario; vio y creyó, porque hasta ese momento no había comprendido...