A mi esposa (sobra decirlo):
Muy entretenida se encontraba Vero,
como era costumbre, oyendo al Bloguero
sin percatarse de tremendo aguacero.
Cinco minutos más, esperaba con alegría
pues el video semanal pronto terminaría,
y la vasta colección de episodios, reproducía;
era lo que You Tube desdeñoso le ofrecía...
Sin deberla ni temerla, una visita llegó.
Era la Flaca, que ya la buscaba.
Desprevenida; con calificaciones, lloró,
en sus pobres alumnas pensaba.
Era sin lugar a dudas, el momento
anhelando, platicaría sin lamento
con Platón y Aristóteles, no miento.
1 comentario:
Gracias, me encantan tus cala-veritas
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