La brisa pronto se intensificó levemente. El semáforo marcaba el verde; no obstante la calle libre de automóviles manifestaba una tranquilidad única, irrpetible, rara en transitada avenida.
"Los árboles parecen comunicarse a través de la caricia del aire. No entiendo tan sútil lenguaje: debe ser amor. En medio del bullicio, el día a día no los altera. La naturaleza manifiesta alabanzas, cantos encendidos..."
-¿Qué miras tan fijamente?- le preguntó.
-Los árboles.
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