martes, 19 de octubre de 2010

Renuncia.

Los budistas renuncian al mundo para llegar a la Nada, el máximo estado que puede alcanzar el alma que ha dejado todo es el Nirvana. La paz consiste en perder todo.
En cambio los cristianos cuando renunciamos a riquezas, estado, dinero, incluso cuando nos olvidamos de ser, llegamos al SER. Nuestra paz recae en desprendernos de todos los obstáculos para llegar a Dios.
Al parecer la renuncia de Nietzche es una especie de estado intermedio entre el budismo y el cristianismo.
¡Qué contrariedad! Si elegimos a Dios no podemos quedarnos inactivos, ya que el alma nos exige dejar todo; hasta emociones, sueños, lo material e inmaterial. El mundo nos exige nunca abandonarnos, aunque en eso nos juguemos la Vida.


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