viernes, 24 de septiembre de 2010

19 de Septiembre.

Muchas personas, sobretodo del gobierno, afirman que el terremoto de 1985 mostró la capacidad de ayuda de los ciudadanos. Precisamente el enfásis está en la capacidad, no del gobierno sino de los mismos ciudadanos para salir adelante.
Un gobierno paternalista y un pueblo esperanzado en las promesas es una fórmula retrógada. Es tiempo de reflexión sobre tomar la batuta de nuestro propio destino como pueblo, en vez de cruzarnos de brazos hasta que el gobierno tome cartas en el asunto. No olvidemos que el mismo gobierno se constituye de ciudadanos. Si los cimientos de la ciudadanía no son lo suficientemente fuertes, todo el entramado de Nación caerá. Si la ciudadanía es corrupta, lo mismo acaecerá sobre el gobierno, tan humano como el pueblo.

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