lunes, 21 de junio de 2010

Futbolera




      Cuando México jugó contra Francia, todos a los que nos gusta el fútbol pudimos experimentar una emoción que hace mucho no sentíamos, la emoción de tener una selección ganadora, superior a una potencia como Francia. No nada más fue el marcador 2-0, sino la forma en que México jugó, como un equipo superior en todo sentido. Conozco a muchos intelectuales para los que el fútbol no es más que una expresión de poca cultura, un entretenimiento de masas, muchedumbre enaltecida por logros que no son de ellos sino de once jugadores que nada tienen que ver con los fanáticos. Pueden decirme muchas cosas, pero los gritos, saltos y felicidad que sentí cuando llegó el primer gol, no la cambiaría por nada, sobre todo al vivirlo con tan buena y especial compañía como la de mi esposo. Si ciencia y fe no están escindidas, por qué el fútbol y la cultura deberían estarlo. A ver cómo nos va mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es emocionante pero a la vez estresante.

ojala y ganemos

Verónica López dijo...

Si, y con lo que nos espera el domingo mi nivel de estrés aumentará considerablemente, nimodo ninguna alegría es perfecta en este deteriorado mundo, hehe