Incluso, las noches en vela nos ayudan a reflexionar sobre el obrar diario.
Es una invitación a encontrarnos con Dios. En el silencio nocturno podemos escuchar armonías celestiales. El soberbio grita palabras que ni él mismo puede entender; el humilde calla para que Dios hable a sus hermanos a través del silencio, eco de los Corazones.
-- Manuel Ramos Desde Mi iPhone
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